TETRAMORFOS

Un tetramorfos (del griego τετρα, tetra, "cuatro", y μορφη, morfé, "forma") es una representación iconográfica compuesta por cuatro elementos.

El número cuatro forma parte del simbolismo de múltiples religiones y movimientos esotéricos. Representa los cuatro elementos de la naturaleza:

• El fuego, que representa el movimiento, la acción, el dinamismo.

• La tierra, que se asocia con la consolidación del mundo material, los sentidos, la practicidad y el trabajo.

• El aire, es el principio intelectual y comunicativo por excelencia.

• El agua, que se relaciona con el sentimiento, la emotividad y la percepción.

En la cultura oriental es un ser fantástico que se representa con cabeza de hombre, alas de águila, pies delanteros de león y patas traseras de toro.

Para los cristianos el tetramorfo es la representación de los cuatro evangelistas con sus símbolos en la iconografía románica medieval, generalmente rodea al Pantocrátor (Cristo Juez todopoderoso) y donde cada evangelista es representado de forma individual a través de figuras no humanas. Forman parte de la corte celestial y su función es alabar, glorificar y dar gracias al todopoderoso, función que comparten con otras criaturas como los veinticuatro ancianos o los serafines. Están relacionados con el fin de los tiempos y la segunda venida de Dios, ya que su descripción forma parte del libro del Apocalipsis.

El ángel, o el hombre alado se asocia a Mateo, ya que su Evangelio comienza haciendo un repaso a la genealogía de Cristo, el Hijo del Hombre

El león se identifica con Marcos, porque su Evangelio comienza hablando de Juan el Bautista, «Voz que clama en el desierto», dicha voz sería como la del león;

El toro sería Lucas, ya que su Evangelio comienza hablando del sacrificio que hizo Zacarías, padre de Juan el Bautista, a Dios;

El águila ha sido asociada a la figura de Juan, ya que su Evangelio es el más abstracto y teológico de los cuatro y, por tanto, el que se eleva sobre los demás.

Desde el punto de vista astrológico podemos definir al tetramorfos como la consolidación de la energía del Cielo en la Tierra con la guía del Sol, nuestra estrella; que se encarga de darnos luz y guiar nuestros pasos. Estos cuatros símbolos se relacionan con los signos fijos, que son los encargados de sentar estructura, ordenar el caos, asociándose, además con la plenitud de las cuatro estaciones:

• Tauro, es representado por el toro y es asimilado con la consagración de la primavera.

• Leo, es asociado con el león y con la plenitud del verano.

• Escorpio, simbolizado por el águila y con la cristalización del otoño.

• Acuario, representa al hombre y es la manifestación del invierno.